![trajes de buceo](https://static.wixstatic.com/media/18562b_192e538d428145b6ac97d593bf01d15a~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_376,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/18562b_192e538d428145b6ac97d593bf01d15a~mv2.jpg)
En el mercado podemos encontrar una gran variedad de trajes de protección contra el frío. En este artículo abordaremos los diferentes tipos de trajes de buceo que hay y cuáles son sus características; así podremos elegir el que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
A continuación, haremos un repaso de los diferentes tipos de trajes que se han usado a lo largo de la historia del buceo. Además, explicaremos sus características.
Trajes de buceo: látex
En primer lugar, se utilizó el látex para confeccionar los trajes de buceo. Su uso estuvo vigente durante los años 40, ya que el látex tiene la capacidad de ser impermeable, elástico y resistente. También posee gran una capacidad para adaptarse a los contornos del cuerpo; tanto es así, que en la actualidad se sigue usando en algunos trajes semisecos y secos en los puños y el cuello; esto permite ajustar el traje lo máximo posible e impedir la salida y entrada del agua respectivamente.
Trajes de buceo: neopreno
Con este material se confeccionan en la actualidad la mayoría de los trajes de buceo debido a su comodidad y capacidad aislante. La protección térmica la proporcionan las microburbujas de aire que posee este material en su interior; ésta es una de las razonas por las que, a mayor espesor del traje, más plomo necesitamos; recordemos que el aire albergado en dicho material aumenta nuestra flotabilidad.
Dentro de los trajes de neopreno podemos encontrar:
Traje corto: también conocido como “shorty”, debido a que estos trajes dejan al descubierto la mitad del brazo (desde el codo hasta la mano) y la mitad de la pierna (desde la rodilla hasta el pie); por ello, la protección que ofrecen es limitada. Su espesor se encuentra entre los 3 y los 5 mm aunque en el mercado podremos encontrar otros espesores (1,5 – 3 mm); esto se debe a que los trajes cortos también se usan en otras disciplinas acuáticas como el surf. A causa de su tamaño requieren muy poco plomo para compensar su flotabilidad. Usaremos este tipo de trajes cuando la temperatura del agua sea superior a los 27ºC.
Traje largo fino: son trajes usados en zonas cálidas donde abunda el coral ya que únicamente dejan al descubierto los pies, las manos y la cabeza. Su función principal es la de proteger a su portador de cortes y rozaduras; por lo tanto, su espesor suele ser de 3 mm. Debido a su escaso espesor no necesitan plomo. Usaremos este tipo de trajes cuando la temperatura del agua oscile entre los 24ºC y los 27ºC.
Traje largo: son los trajes más comunes y los que la mayoría de los buceadores usan, tanto por su comodidad como por su relación precio-protección térmica, además de por su facilidad de cuidado. Su espesor varía desde los 5 a los 7 mm y, al igual que los trajes largos finos, dejan al descubierto las manos y los pies. Hay ciertos modelos que, con el fin de aumentar la protección térmica, poseen una capucha integrada. Si te inicias en el buceo en el Mar Mediterráneo, ésta es la mejor opción. El traje largo es ideal para bucear con una temperatura que oscile entre los 20ºC y los 24ºC. Tendremos que tener en cuenta el espesor del traje cuando elijamos la cantidad de plomo a llevar, ya que esto influirá en nuestra flotabilidad.
Traje semi-seco: son trajes confeccionados con neopreno. Comparten ciertas características con los trajes largos, como su extensión (protegen todo el cuerpo a excepción de manos y pies, y pueden poseer o no capucha) pero difieren en algunas cosas. Los trajes semisecos poseen una cremallera estanca y unos manguitos de látex en los tobillos, las muñecas y el cuello; esto permite que el agua entre en el traje, pero no salga, lo que provocará que el agua encerrada se caliente por efecto del calor corporal, lo que nos proporcionará una mayor protección contra al frio. El espesor de estos trajes varía de los 5 a los 8 mm y las temperaturas para las que se recomienda oscilan entre los 16ºC a los 20ºC. En este caso, debemos tener en cuenta que la cantidad de plomo a utilizar es de vital importancia.
Traje seco: estos trajes pueden ser de neopreno o trilaminados. Se diferencian de los demás trajes en que éstos son totalmente estancos, es decir, impiden la entrada de agua. Además, poseen dos válvulas, una en el pecho y otra en el brazo, con las que podemos introducir y/o expulsar aire del traje (esto se hace con la intención de evitar que el traje nos “plaque” ya que, al aumentar la presión durante el descenso podemos sufrir moratones o magulladuras en el cuerpo si no ingresamos aire). Los trajes secos proporcionan una gran protección térmica, sobre todo si llevamos ropa térmica bajo el traje. Su uso está indicado para bucear en aguas con temperaturas entre los 2ºC a los 16ºC o para inmersiones de muy larga duración, como las que se realizan en buceo técnico. Además, se puede aumentar la capacidad aislante de estos trajes si, en lugar de ingresar aire durante la inmersión introducimos argón, que es un gas cuya capacidad conductiva es menor que la del aire. Tenemos que tener en cuenta que la cantidad de plomo a usar estos trajes es elevada para compensar su flotabilidad.
Hasta aquí los diferentes tipos de trajes que podemos encontrar. Esperamos que esta pequeña introducción os haya servido de guía y nos vemos en la próxima entrada.
Una abrazo y buen azul.
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